El equipo femenino ha descendido a Segunda. Se veía venir. El último partido de Liga ante el Barcelona en Barañáin fue sólo una pequeña palmadita en la espalda (pese a lo abultado del resultado) que acabó por precipitar las cosas seis jornadas antes del final del campeonato.

Un punto conseguido en 24 jornadas, siete goles a favor y 106 en contra, hasta el momento, son cifras que hablan por sí solas de una trayectoria difícil que comenzó en verano de una forma un tanto traumática. Más de una docena de jugadoras concluyeron su vinculación con el equipo y hubo que ponerles repuesto con chicas jóvenes de la cantera de Lagunak y de otros clubes navarros. A Rubén Berrogui le sucedió en el puesto de entrenador César Luengo que, días antes del comienzo liguero, dejó el puesto por motivos personales y se hizo cargo de la plantilla Álvaro Meoqui. Con un equipo rejuvenecido a la fuerza, tremendamente inexperto y casi con lo puesto, ya que el presupuesto anunciado no garantizaba ninguna esperanza a corto-medio plazo, se salió a dar la cara a primeros de septiembre.

El primer gol amarillo tardó nueve jornadas en llegar, fue en el terreno del F.C.Barcelona (6-1), y el primer punto, y único hasta hoy, se logró en el campo del Llanos de Olivenza en la jornada número 19 (1-1). El resto han sido derrotas, algunas decepcionantes, otras dolorosas, otras muy ajustadas y alguna que otra merecida, es verdad. Y cuando alguien da tantas veces la cara, la mayor parte de las veces sin apoyos de ningún tipo, al final se la terminan por partir, como así ha sido.

Sin embargo, el derroche de moral, la carga de compañerismo que han acumulado estas chicas, la soledad con que han afrontado las derrotas partido tras partido, la ilusión demostrada en los entrenamientos y en los viajes, y el positivismo que han irradiado durante toda la campaña han hecho que todos los amigos de Lagunak sintamos cierta dosis de afecto y esperanza en esta plantilla para un futuro cercano.

No será fácil acabar la temporada con ese lastre y abandonar la elite del fútbol. Los seis partidos que faltan para el final tienen que ser la prueba de que este equipo se merecía algo más. Ellas, sus técnicos y quienes han gestionado su continuidad seguirán dando la cara a pesar de todos los pesares, pero quizá haga falta algo más. ¿Quizá sea un mejor tratamiento desde la Sociedad Deportiva Lagunak hacia un equipo puntero de primerísimo nivel nacional? ¿Quizá la afición deba volcarse más en los partidos? ¿Quizá un mayor arrope de la prensa local? Quizá.

¡¡¡Ánimo equipo!!! ¡¡¡Ánimo chicas!!! Toca volver.