Lagunak: Dani García, Rodri, Adrián, Sarrasín, ‘Cholo’ Hernández, Josu Azcona, ‘Jota’ Graz (Armendáriz, 65’), Álvaro (Gabari, 71’), David Cámara, Cristian Medina y Celigüeta (Aritz Lana, 46’).

 

Iruña: Txabo Irigoyen; Arkaitz, Jokin, David Pérez, Rekalde; Carlos Jáuregui, Baquedano; Txiki Arguiñano (Mikel Gómez, 88’), Magaña (Perujo, 78’), Ekaitz Mayo; Vicuña (Ander Aramendía, 70’).

 

Goles: 0-1, minuto 51. Ekaitz Mayo. 0-2, minuto 86. Txiki Arguiñano.

 

Árbitro: Sr. Mejías, auxiliado en las bandas por Salazar y Martínez Ibáñez. Amonestó a Adrián (20’), Celigüeta (37’), Rodri (50’), Dani García (79’) y D. Cámara (81’); y expulsó al entrenador David Marcén (36’) y al preparador de porteros Juan Ángel de Vicente (80’), todos del Lagunak.

 

Campo: Instalaciones de Lagunak. Unos 180 aficionados.

 

El Iruña se llevó la victoria de Barañáin con dos goles conseguidos en el segundo tiempo en un encuentro marcado por las discutidas decisiones arbitrales que mermaron de efectivos al banquillo local.

 

Un certero cabezazo de Ekaitz Mayo al saque de un córner al comienzo de la segunda mitad y un contragolpe de Arguiñano en el último tramo del partido sentenciaron a un Lagunak que pudo llegar al descanso con el marcador favorable.

 

Ambos equipos comenzaron el partido con claras intenciones ofensivas, aunque sin descuidar la retaguardia. Al testarazo de Ekaitz Mayo, a los cuatro minutos, tras envío desde la izquierda del ataque del Iruña respondió con un despeje el portero local Dani García. El Lagunak devolvió el golpe con otro cabezazo, de David Cámara tras servicio de Rodri, que despejó un defensor cuando Irigoyen ya estaba batido.

 

Tras unos minutos de intercambio de ataques sin efectividad, el conjunto de Txiki Acaz controló el balón, se adueñó del centro del terreno y diseñó ataques más pausados, con llegadas de Arguiñano y David Pérez que no encontraron portería.

 

Los de David Marcén lograron sacudirse el dominio mediado el primer tiempo y pusieron en serios aprietos a la zaga visitante con dos acciones consecutivas de Álvaro Huarte y Celigüeta que estuvieron muy cerca de abrir el marcador. El primero no pudo marcar a los 25 minutos, tras un genial recorte dentro del área ante la salida del portero, y el segundo, dos minutos después, vio cómo le sacaba el balón a córner un acertado Xabi Irigoyen.

 

El partido estaba siendo muy vistoso y el Lagunak parecía hacerse dueño de la situación. Sin embargo, tras un claro derribo por agarrón continuado a Álvaro por un defensa del Iruña cerca del borde del área en el minuto 36, el colegiado cambió el rumbo del encuentro con la expulsión del técnico Marcén tras la protesta colectiva del banquillo y seguidores locales. Desde entonces, el señor Mejías no admitió ninguna observación de los jugadores amarillos, llegando a desquiciar por momentos a hombres de campo y banquillo del Lagunak.

 

Tras el descanso, Ekaitz Mayo adelantó al Iruña con un perfecto cabezazo a saque de esquina en un error de marcaje local. Pronto llegaron otras dos ocasiones parecidas desde el córner, aunque ya sin permisividad defensiva. El conjunto de Barañáin tardó mucho en reaccionar tras encajar el 0-1 y acusó muchas imprecisiones en las cercanías de su área.

 

El Iruña reclamó un penalti en el minuto 62 por presunta patada a David Arguiñano dentro del área local y el Lagunak hizo lo propio cinco minutos después por tocar Jokin el balón con el brazo ligeramente despegado del cuerpo. El colegiado Mejías no señaló nada.

 

Los locales lo siguieron intentando. Sarrasín probó fortuna desde la frontal y su disparo lo desvió a córner un defensor. También Cristian lo intentó desde lejos un par de veces sin puntería, al igual que Aritz Lana. Pero la suerte no sonrió ayer a los de Barañáin.

 

El once de Acaz aguantó las incursiones del Lagunak y creó jugadas de ataque esporádicamente en este periodo. Arguiñano, antes de sentenciar, avisó de sus intenciones con un balón bombeado desde la frontal sin encontrar el marco de Dani García. Pero en el 86 aprovechó un contragolpe en solitario desde su campo para burlar al portero local en su salida y establecer el 0-2 definitivo ante la impotencia de los jugadores del Lagunak.

 

Fue un castigo muy fuerte para el equipo local y un premio excesivo para los visitantes.

 

12-10-2012. José Mari Colomo. Barañáin.